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sábado, 7 de noviembre de 2009

EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA

EFEMÉRIDES DE LA NACIÓN CANARIA

UNA HISTORIA RESUMIDA DE CANARIAS

CAPITULO II (II)

PERIODO COLONIAL 1411-1420

Guayre Adarguma (*)

1414. El Papa Benedicto XIII, en Zaragoza (?), no se sabe a ciencia cierta porqué motivos (aunque posiblemente por su participación en la esclavización de los naturales) retira al pirata Juan de Bethencourt las indulgencias y privilegios que le había concedido para la invasión y conquista de las Islas Canarias; y suspende al obispo Fray Alonso de Sanlúcar de Barrameda de sus funciones episcopales.

1414. La secta católica de los franciscanos fundan su primer convento en Canarias en Rubicón, Titoreygatra (Lanzarote) e inician la evangelización en Titoreygatra (Lanzarote) y Erbania (Fuerteventura), ya sometidas por los piratas normandos-castellanos.

Ilustración del manuscrito original de Le Canarien, con las armas de Béthencourt (león) y de La Salle (cruz)

1416. Fray Pedro de Pernia y Fray Juan de Baeza, de la secta de los franciscanos evangelizadores en Canarias, se encuentran el 25 de marzo en Peñíscola para pedir al Papa Benedicto XIII autorización para fundar convento en la isla de Erbania (Fuerteventura) y otras gracias. Quizá también para interesarse por el obispo.

1416. El Papa Benedicto XIII, por la bula Pía fídelíum, de Peñíscola, a 1 de abril de 1416, autoriza a colonos de la secta de los franciscanos para fundar un convento en Erbania (Fuerteventura) y les concede otras indulgencias.

1416. El Papa Benedicto XIII, por la bula Síncerae devotíonís, del 18 de mayo de 1416, vuelve a dar licencia a Fray Alfonso de Sanlúcar de Barrameda, de la secta franciscana (O.F.M.), obispo de Rubicón, para ejercer las funciones episcopales y para volver a su antigua diócesis con religiosos ejemplares.

1417. Fray Alfonso de Sanlúcar de Barrameda, de la secta católica de los franciscanos (O.F.M.), impuesto como obispo de Rubicón, es trasladado por el Papa Benedicto XIII, por la bula Romani pontificis, de Peñíscola, a 2 de abril de 1417, a la sede Lirbariense (de Lyrba).

1417. Fray Mendo de Viedma, O.F.M., es nombrado por el Papa Benedicto XIII, en Peñíscola, a 2 de abril de 1417, como colono obispo de Rubicón.

1417. Fray Mendo de Viedma, O.F.M., obispo de Rubicón, se enfrenta a Maciot, sobrino y lugarteniente del «rey de Canarias» el pirata Juan de Bethencourt, porque esclaviza a indígenas ya cristianizados y los vende en Sevilla; y, mediante un hermano suyo (del obispo), lo denuncia a la reina regente de Castilla doña Catalina de Lancáster y le comunica la conveniencia de que se le eche de las Islas Canarias, pues no le quieren por señor (Hist., I, 19; BAE, XCV, 76a-b). Comienza así los enfrentamientos entre colonos eclesiásticos y seglares por el predominio de los diezmos y supuestas jurisdicciones sobre los isleños. (Las Casas)

1418. Pedro Barba de Campos es enviado por la reina regente de Castilla con tres navíos a las islas para tomarlas y con poder de la reina regente, trata con Maciot que éste le venda las islas, el cual se las vende con poder de su tío el pirata Juan de Bethencourt (Ibid., p. 76b); menos Titoreygatra (Lanzarote).

1418. Enrique de Guzmán, conde de Niebla, vasallo de Castilla, en noviembre de 1418 (después de la muerte de la reina regente), adquiere supuestos derechos sobre las islas (Ibid.); menos Titoreygatra (Lanzarote).

1419. Juan Leverrier, presbítero (capellán que fue del pirata Juan de Bethencourt) es nombrado por el Papa Martín V, en Roma, el 27 de enero de 1.419, administrador apostólico del obispado de Rubicón, sin reconocer como obispo a Fray Mendo de Vied ma, de la secta católica de los franciscanos (O.F.M), el cual reconocía todavía como Papa a Benedicto XIII (antipapa).

1420. Maciot de Bethencourt pasa a vivir en la isla portuguesa de Madeira, descubierta el año anterior, donde se enriquece (Hist., I, 17; BAE, XCV, 66b).

1420. El rey Juan II de Castilla, por Real Provisión, de Avila, a 29 de agosto de 1420, da en fuero real a Alfonso de Casaus (o de las Casas) las islas de Tamarant (Gran Canaria), (Tenerife), Gomera y Benahuare ( La Palma ) para que las invada y conquiste «a Dios y al rey»; “donación” que es confirmada por el jefe de los católicos el Papa Martín V por bula del 2 de mayo de 1421.

1420. Alfonso de Casaus (o de las Casas) muere el 16 de noviembre de 1420 y reparte el feudo real de las Islas Canarias que le fue otorgado entre sus hijos: da Tamarant (Gran Canaria) y Gomera a Guillén de las Casas, Chinet (Tenerife) y Benahuare ( La Palma ) a Pedro de las Casas.

1420. El rey castellano Juan II cede a favor de Alfonso de Las Casas los supuestos derechos de conquista sobre las islas no dominadas en el Archipiélago Canario, que eran Tamaránt (Gran Canaria), Benahuare ( La Palma ), Chinet (Tenerife) y Gomera, no es un suceso casual sino que corresponde aun criterio político bien meditado, una vez que se consideró agotada la vía abierta en 1402 por los piratas Juan de Bethencourt y Gadifer de La Salle , e inadecuada la cesión total de la empresa isleña a un gran noble como era el conde de Niebla. La merced hecha por Juan II, respaldada en los tiempos que siguieron por su privado Álvaro de Luna, era una intervención nueva, indirecta pero efectiva, de la monarquía castellana en la rapiña de las islas.

Alfonso de Las Casas había muerto en 1428 y fue su hijo Guillén quien compró los supuestos derechos al conde de Niebla, es decir, el señorío de Titoreygatra (Lanzarote), Erbania (Fuerteventura) y Esero (Hierro).

El costo de la operación fue de 5.000 doblas de oro, algo más de medio millón de maravedíes de aquel tiempo. Si suponemos, como es lo habitual, que se hizo el cálculo capitalizando la renta que se percibía a razón de un 4 por 100, y evaluando los «vecinos» a tanto la unidad en función de su capacidad contributiva, se concluye que la renta señorial en las tres islas no superaba los 12.000 a 15.000 mrs./año, lo que es una suma muy modesta, incluso suponiendo que fuera neta, después de gastos, pero el poder ostentar un señorío por alejado y pobre que fuese bien valía la inversión. Por otra parte, la posibilidad que ofrecían estas islas como escala para el saqueo y captura de esclavos en las otras aún no invadidas era atrayente como negocio que rentaba pingüe beneficios.

La compra se hizo por Guillén para él y para su pariente, acaso su tío, todo ello con el respaldo político de Álvaro de Luna, porque por entonces Guillén era su vasallo y recibía un «acostamiento» o cantidad anual por ello. Así fue más fácil, seguramente, que el conde de Niebla se aviniera al acuerdo, cuyos resultados no se hicieron esperar en las Islas: Maciot de Bethencourt conservó, desde 1432, la tenencia de titoreygatra (Lanzarote) vitaliciamente, en «foro» de los nuevos señores que, a decir verdad, actuaron generosamente con él. Guillén de Las Casas tomó para sí el señorío del Hierro, Juan el de Fuerteventura, y ambos partieron por mitad los «quintos» de los «rescates», presas y comercio que se hicieran en las islas sin conquistar, que habían sido del señorío de Alfonso de Las Casas.

Imagen tomada de: www.geocities.com/heartland/flats/8407/historia.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta lo que has escrito. Un texto realmente fantástico.

BOIRA_A dijo...

Gracias Agnus

UIn saludo